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Escribiendo un poco...

Quizá será el calorcito, o las noches de luna llena... o el tiempo que uno va arañando de un sitio u otro. El tema es que estoy escribiendo un poco mas, avanzando algunos pequeños proyectos mientras corrijo un sistema propio de jdr y lo pongo en práctica con mi grupo habitual de frikis (gracias a estos desinteresados conejillos de indias XD ), lo que me ha llevado a iniciar una nueva "campaña" de rol con una ambientación que me encanta... la basada en "X-Files" o en series como la novedosa "Fringe" o "Almacén 13". Lo que, irremediablemente, me lleva a este "posteo".

Bien, tanto curro he tenido con la revisión de reglas, creación de esquemas y fichas, historias de los personajes principales y trama que hoy, con toda esa info y la primera sesión realizada de la partida, me he decidido a escribir una "novelilla" paralelamente a la aventura de mis jugadores, que cuente lo que ellos logran o han hecho en la misma, a la espera de que otros personajes principales se vayan incorporando a la historia.

Por ahora solo he escrito un "Preludio" que podéis leer mas abajo aunque en breve subiré mas partes de la historia.

Espero que os guste... ;)





PRELUDIO: PRESENTACIONES

"No eran mas de las doce de la noche cuando Eddy terminó la tercera cerverza. Con aire resignado y sus ojos vidriosos alzó el tercio y sonrió forzadamente.
 
 
- Por Jane - finalizó antes de volver a introducir la boquilla de esta en su boca para apurar las últimas gotas del delicioso néctar.
 
 
El "Blade - Little" era un pequeño antro de las afueras de Washington donde, hace lo que hoy parecían años, Eddy y su compañera Jane siempre se reunían para celebrar que seguían vivos un día mas. No era un local grande, ni limpio, ni acogedor siquiera, tan solo un pequeño rincón del mundo donde evadirse de su vida cotidiana y lograr achacar esas visiones horrendas de su trabajo.
 
 
Cuando la puerta del "Blade" se abrió Tomas en seguida alzó la mirada. No había sido una noche demasiado fructífera en su local pero, siendo martes a estas horas, tan solo tenía en mente terminar su turno y cerrar el bar para irse a descansar. Aún así la figura que entró en el local le puso los pelos de punta y no pudo sostener la mirada hacia él mas de unos segundos, obligándole a recurrir a sus vasos y jarras para mantenerse firme tras la barra.
 
 
Eddy apenas escuchó los pasos de aquel hombre; su tez negra y sus ojos profundos se habían hundido en el fondo de la botella, recordando quizá tiempos mejores, pasados, latentes e imposibles de borrar. Cuando el hombre ataviado con una vieja gabardina se sentó junto a él apenas se inmutó; ni siquiera escuchó como pedía un whisky a Tomas aunque si sintió como aquel hombre le escudriñaba con interés y, finalmente, se obligó a salir de su "trance" y volver a la dura realidad.
 
 
Aquel desconocido era un blanco de aspecto sereno, férreo, como el mármol. Sus ojos azules y su pelo cortado con un rollo militar le ponía algo nervioso, como si viese reflejado a un general en el apogeo de su carrera. Inspiro con denotada resignación y volvió a centrarse en su vacía botella y luego echó un nuevo vistazo a Tomas.
 
 
- Ponme otra Tom, pero esta vez que no sea del fondo del cajón.
 
 
El hombre no sonrió. Apenas parpadeó. Seguía mirando a Eddy hasta que, como si hubiese terminado su examen, se dirigió a este con una voz igualmente neutra.
 
 
- ¿Edduard Goldberg?.
 
 
Eddy miró al hombre nuevamente y asintió sin hacer demasiado caso.
 
 
- Me gustaría hablar con usted. Tengo que hacerle una proposición que, estoy seguro, será de su agrado.
 
 
- No te conozco lo suficiente tío, además todavía no me has invitado a una copa.
 
 
Tomas sonreía ampliamente. Dejó la cerveza sobre la barra, al lado de Eddy y se alejó para seguir con los preparativos para el cierre.
 
 
- Mi nombre es "Señor Colt" y pertenezco a un departamento especial del FBI. Nos gustaría que formase parte de este departamento. Ya se han gestionado los permisos necesarios y, si usted está de acuerdo, podría empezar mañana mismo con nosotros.
 
 
Las palabras resonaron en la cabeza de Eddy un segundo antes de que la neblina del recuerdo las borrase. El FBI. Desde hacía varios años había pertenecido a Seguridad Nacional, tras un paso brillante por el departamento de policía pero ahora las cosas habían cambiado mucho... demasiado.
 
 
- ¿Por qué? Estoy muy tranquilo con mi trabajo y pasar al FBI me parece un paso atrás... ¿o es que no tienen negros tan guapos como yo allí?.
 
 
Colt no se inmutó, apenas un leve parpadeo y sus ojos aún fijos en el "muchacho" de casi treinta años de delante suyo.
 
 
- Sabemos que ha tenido una trayectoria brillante, solo empañada por sus continuos apercibimientos de sus superiores. Seamos francos Sr. Goldberg, en la NSA no se le respeta ni se aprecian sus procedimientos. Sus compañeros no quieren estar junto a usted y sus superiores cuestionan su capacidad para resolver los casos sin implicar negativamente a su departamento, además...
 
 
- ...Sí, ya se, no me quiere nadie, soy el patito feo y bla bla bla. Será porque soy negro. Aún así no se por qué tendría que aceptar nada de usted; quizá no se me valore lo suficiente donde estoy pero tengo aún demasiados casos pendientes como para dejarlo todo atrás.
 
 
- Si, claro Sr. Goldberg. Eso también es importante. Desde este departamento le daríamos completa libertad para seguir con esos casos; especialmente el caso que estaba siguiendo antes del incidente. El del "Despellejador" - Colt hizo una pausa. Apenas fueron unos segundos pero a Eddy le parecieron eternos y su mente volvió a un pasado demasiado cercano y doloroso - piénselo Sr. Goldberg y si quiere puede pasarse mañana por nuestras oficinas en Nueva York. Aquí tiene mi tarjeta.
 
 
Colt se levantó del taburete y se dirigió hacia la salida sin añadir nada mas. Cuando la puerta se cerró tras de sí Eddy todavía se encontraba absorto en la palabra que Colt había usado: "el Despellejador".
 
 
El caso se había transferido a otro departamento, quitándoselo de las manos. Olvidando los esfuerzos de él o de Jane para que algún chupatintas pudiese ganar puntos extras. Eso le enervaba... y mas sabiendo que él había sido el culpable de todo aquello.
 
 
Cogió la tarjeta y respiró antes de tomar una decisión. En la tarjeta solo estaba escrito "Sr. Colt. FBI", la dirección de las oficinas de Nueva York y un teléfono móvil. Nada mas."


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Un saludo!!

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